Rehabilitación de la iglesia, la casa parroquial, la sala parroquial y algunas actividades para la autofinanciación.
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La parroquia de Ngovayang se encuentra en una zona rural y atiende a una comunidad cristiana que se compone de pigmeos y bantúes, cuyas principales actividades son la agricultura y la pesca para consumo propio. No hay transporte público, solo unas pocas motos y el área de la parroquia es de 900 km2. Sus recursos son muy limitados, pero coordina la atención a las distintas comunidades cristianas, a los enfermos, a las familias que tienen que resolver conflictos y anima las actividades de la Comisión de Justicia y Paz.
En la actualidad, la parroquia necesita una total y completa rehabilitación, que comprende la iglesia, la casa parroquial y la sala parroquial. Durante el Servicio Social de las Colonias de Verano, los jóvenes de Ngovayang y los voluntarios de España ponen la mano de obra, pero también se necesitan recursos materiales: pintura, brochas, lija, barniz, disolvente… Además, el proyecto también incluye algunas actividades para la autofinanciación – un molino y actividades agro-pastorales, así como una moto para que el sacerdote se puede desplazar con facilidad y celebrar Misa en los poblados vecinos.
La Parroquia de Ngovayang se remonta a una misión católica alemana de 1909
A principios del siglo XX los misioneros palotinos, que se dirigían desde Kribi a Ngovayang, en el noreste, encontraron un mosaico de pueblos establecidos. Entre ellos, los Ngoumba, los Mabea, los Pigmeos, los Bassa, los Bakoko, los Evuzok, los Ngwé, los Fang y los Bulu. En 1909, bajo la administración alemana, Ngovayang organizó una misión católica y los palotinos construyeron una iglesia dedicada a San Francisco Xavier con la casa de un padre y una enfermería. Cuando los alemanes abandonaron la colonia, los palotinos fueron reemplazados por espiritanos franceses que completaron la construcción de la iglesia.