Formación de profesionales sanitarios en cuidados paliativos, medicación y atención personalizada con visitas domiciliarias.
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Gracias al apoyo de donantes privados y a la Real Academia de Medicina de Zaragoza, estamos colaborando en este proyecto de ayuda humanitaria.
Diez camas, pero 9.800 pacientes necesitados al año
Miles de personas que sufren dolor crónico o están fase terminal en zonas con pobreza extrema en África no reciben atención. Su sufrimiento, ya sea físico, psicológico o social nos remueve y conmueve. En el caso de Yaundé (Camerún), existe una única unidad de atención paliativa que cuenta con 10 camas. Pero son 9.800 los pacientes de cáncer que necesitan estos cuidados especiales cada año.
Para mejorar esta situación, colaboramos con tres acciones muy concretas: formación de los profesionales sanitarios en cuidados paliativos, medicación y atención personalizada con visitas domiciliarias a enfermos que conviven con enfermedades avanzadas graves. Queremos aliviar su dolor y ofrecer cuidados y consuelo a los enfermos y a sus familias.
Atender a los enfermos es justo y humano
El artículo 25 de la declaración Universal de Derechos Humanos afirma que toda persona tiene derecho a la asistencia médica para asegurar su salud. Pero sabemos que su aplicación efectiva depende del lugar donde nacemos. Los sistemas de salud de países como Camerún son precarios y, en muchas de sus comunidades, incluso inexistentes.
Las personas somos capaces de sentir afecto, comprensión y solidaridad hacia los demás. Cuidar a quienes sufren es reflejo de nuestra naturaleza humana y nos hace mejores.