Historia.

(Recuerdos de José Muñoz Peña)

Don José Rodrigo y Doña Carmen Orts

Don José Rodrigo y Doña Carmen Orts, fundadores de Mainel

Mainel fue fundada en 1990 por José Rodrigo Rosalén y Carmen Orts Bayarri, un matrimonio valenciano sin hijos. José Rodrigo —Pepe para los amigos— era médico, especialista en Radiología. Destacaban en él su bondad, su sencillez, su entrega a los demás, a la vez que sobresalía por su formación profesional. Carmen Orts vibraba más con el arte y la cultura. Pintora aficionada en su juventud, siempre quiso promover oportunidades entre los jóvenes con la ilusión de construir un mundo, una cultura, más acorde a la dignidad humana.

José y Carmen habían decidido constituir una fundación en los últimos meses del año 1990, pero dudaban mucho sobre el nombre. No deseaban que respondiera a sus apellidos familiares y no terminaban de dar con un término que les satisfaciera. El arquitecto Juan María Dexeus, amigo del matrimonio, al saber que la fundación tendría dos líneas de trabajo (cultura y cooperación al desarrollo), sugirió que un nombre adecuado podría ser Mainel. Este término define un elemento arquitectónico, largo y delgado, que divide verticalmente un hueco en dos partes. A Carmen y Pepe les gustó muchísimo esta propuesta y con el nombre de Mainel quedó constituida la Fundación en diciembre de 1990. Pepe fue el primer Presidente del Patronato de Gobierno de Mainel y Carmen formó parte como Vocal. El resto de patronos fueron Marcelino Alamar Belloch, Vicepresidente, Joaquín Sapena Tomás, Secretario, y Francisca Pechuán Porres, Vocal. José Muñoz Peña fue el primer Director de Mainel.

El matrimonio fundador se comprometió a entregar una cantidad anual para actividades. Como en su ánimo estaba que los recursos rindieran el máximo posible, en los comienzos se aprobaron unos gastos de estructura mínimos, hasta el punto de que durante un tiempo la sede de Mainel fue el propio hogar de los Rosalén-Orts en Valencia. Lógicamente, la Fundación empezó con un perfil muy bajo en lo que al número de proyectos se refiere. De hecho, la actividad inicial se limitó a proporcionar algunas becas anuales para estudiantes y otras acciones puntuales.

I Coloquios de Cultura Visual Contemporánea. De izquierda a derecha: Manuel Muñoz Ibáñez, Carmen Alborch, José Francisco Yvars, Tomás Llorens y José Maunel Mora, gestor cultural de la Fundación Mainel en la época.

I Coloquios de Cultura Visual Contemporánea. De izquierda a derecha: Manuel Muñoz Ibáñez, Carmen Alborch, José Francisco Yvars, Tomás Llorens y José Manuel Mora, gestor cultural de la Fundación Mainel en la época.

Unos años después, Joaquín Sapena Tomás sustituyó a Pepe como Presidente de Mainel y José Luis Boronat se incorporó al Patronato como Secretario y Mainel trasladó la sede social al despacho profesional de José Luis, primero en la calle Grabador Esteve y en 1996 en la Gran Vía Marqués del Turia. Esto fue ocasión para dar un fuerte impulso a la actividad fundacional. La nueva sede contaba con una amplia sala de juntas, adecuada para un buen grupo de personas. Además, desde ese momento encontramos la colaboración entusiasta y ayuda inestimable de Maruja Arribas, secretaria en el despacho, que asumió con cariño y eficacia algunas de las tareas administrativas de la Fundación. Esta situación –a coste cero– nos dio alas para cambiar de ritmo: en 1997, pudo celebrarse el I Premio de Cuentos de la Fundación Mainel y se pusieron en marcha los Coloquios de Cultura Visual Contemporánea; en 1998, tuvo lugar el I Premio de Pintura de la Fundación Mainel. Estas tres actividades se mantienen ininterrumpidamente desde ese momento y son señas de identidad de la Fundación en su área cultural.

Uno de los primeros proyectos de Mainel en Nicaragua.

Imagen de uno de los primeros proyectos educativos de Mainel en Nicaragua.

Con relación a la Cooperación al Desarrollo, en Mainel compartíamos la idea de que la educación y la capacitación profesional son los motores principales del progreso. En consecuencia, procuramos desde el principio que tal idea estuviera presente en todas nuestras actividades. Nuestra primera acción en el campo de la cooperación al desarrollo también tuvo lugar en 1997. Se trató de un curso de actualización docente, organizado con el Instituto Superior Pedagógico La Salle, en Urabamba (Perú). Luego siguieron otros proyectos educativos en México y en Rumanía, como el que se llevó a cabo con el Grupo Escolar “Grigore Moisil” en Bràlla (Rumania).

En el año 2000, Mainel fue reconocida como Organización No Gubernamental al Desarrollo por la AECID. Desde entonces, hemos desarrollado decenas de proyectos en Nicaragua, Guatemala, Perú, Colombia, Panamá, República Democrática del Congo, Costa de Marfil, Nigeria, India… la mayor parte de los cuales corresponden al sector educativo, pues —fiel a sus orígenes— Mainel es una ONGD especializada en educación.

A Pepe, médico, persona especialmente buena y cariñosa, le gustaba decir que todos los enfermos se curan antes cuando en su entorno encuentran cariño, además de la atención médica adecuada. En este sentido, consideraba que una ayuda o cooperación limitada a los aspectos materiales era una cooperación «mutilada». Quizá estas consideraciones llenan de sentido lo que figura en nuestra web como el primero entre nuestros valores:

«Amor y respeto por la persona, siendo conscientes de que reclama mucho más que una ayuda limitada a los aspectos económicos».