Las empresas de Beniel muestran su cara más solidaria

La Fundación Mainel y el Club Natación Adaptada de Murcia reunieron el viernes 23 de febrero a representantes de las empresas de la zona de la localidad Murciana para agradecer el apoyo que vienen mostrando y presentar futuros proyectos.

Compartir con los que más lo necesitan, local e internacionalmente. Esta es la filosofía de diversas empresas de Beniel (Murcia), que desde 2016 colaboran con la Fundación Mainel para llevar a cabo proyectos solidarios, y devolver de esta manera a la sociedad parte de lo que reciben.

Una treintena de colaboradores y amigos se reunieron ayer en el restaurante Angelín de la localidad para conocer los avances de los proyectos en los que colaboran en República Democrática del Congo y Tailandia. La Fundación Mainel aprovechó la ocasión para presentar nuevas iniciativas de colaboración internacional y local, como la que lleva a cabo el Club Natación Adaptada de Murcia, que realiza un proyecto de rehabilitación e integración de personas con discapacidad a través del deporte de alto rendimiento.

Cristina Celda, directora de la Fundación Mainel, explicó a los asistentes que gracias a su ayuda se ha garantizado el acceso al agua en la localidad de Kanzenze (RD Congo), mediante la construcción de 13 pozos en escuelas, barrios y hogares, mejorando así las condiciones de vida de los habitantes de la zona. También en Kanzenze se ha mejorado la vivienda de una familia en extrema necesidad, la de Maman Ernestine, Papa Felix y sus 6 hijos, quienes antes de contar con la ayuda de Beniel compartían una sola habitación de 6 metros cuadrados sin techo, ni cocina, ni baño. Ahora su hogar es una vivienda digna, y la familia puede centrar sus esfuerzos en la recuperación de Ernestine (que sufre una enfermedad ocular), la escolarización de sus hijos y el desarrollo agrícola y ganadero.

La ayuda de los benielenses también es visible en Tailandia, país en el que colaboran para erradicar la explotación infantil. Durante la velada se pudo contemplar la exposición “Becas para la Esperanza”, que relata las historias personales de niñas que, gracias a una beca como las que financian las empresas de Beniel, han logrado escapar de las redes de la industria del sexo y continuar estudiando para labrarse un futuro mejor.