El comercio de minerales parece que queda muy lejos de los ciudadanos. Por ello, algunas cuestiones quedan fuera del alcance de los medios tradicionales y no llegan a la sociedad. Es el caso de todo el movimiento por la regulación de minerales en conflicto, en el que está inmersa en estos momentos la Unión Europea.
Se trata de hacer que las empresas certifiquen que no tienen su cadena de suministros manchada de sangre por el comercio de minerales que proceden de zonas en conflicto. De zonas donde las muertes de la población civil está a la orden del día porque la inestabilidad, las guerrillas y la corrupción contribuyen a que algunas empresas puedan extraer y comerciar los minerales sin ningún tipo de garantías para trabajadores y la comunidad donde se asientan las minas.
Es un chollo: recursos humanos a bajo precio, impago de impuestos, poblaciones que son obligadas a vender sus tierras a precios muy bajos… y, por el contrario, altísimos rendimientos porque la industria de los minerales es altamente demandada. Y aquí está la cuestión. No nos pilla nada lejos, como parecería.
Todos, o casi todos, tenemos un teléfono, un ordenador o una tableta. Con lo cual, aunque no seamos conscientes, somos consumidores de minerales.
Debe ser nuestra responsabilidad exigir a las empresas una garantía de que los minerales se han conseguido de forma justa, garantizando la dignidad de los trabajadores y, principalmente, que no provienen de zonas donde esta garantía no se puede dar. Y para ello, la mejor forma es que se regulen unas normas para que el consumidor, de manera fácil, pueda constatarlo, porque son las instituciones gubernamentales las que deben velar por este interés, puesto que para eso existen estas instituciones, principalmente las supranacionales. Ya que las grandes multinacionales no se ubican solo en un territorio, las leyes del comercio internacional deben, lógicamente, ser globales.
Si los minerales no se comprasen de zonas en conflicto y sin garantías, dejarían de ser un negocio para las empresas sin escrúpulos, para los señores de la guerra y para las guerrillas financiadas para mantener el desorden… Y la extracción de minerales pasaría a ser un negocio limpio y con seguridad para sus trabajadores.
Y eso es lo que estamos reclamando un grupo de ONGDs que trabajamos en las zonas de los Grandes Lagos en África, organizados bajo la red europea por África Central EurAc, aprovechando que la Unión Europea (UE) ha dado esta semana un paso positivo, aunque tibio, para depurar el comercio con minerales de Europa.
Los legisladores de la Unión concluyeron sus negociaciones en torno a una nueva ley sobre lo que se conoce como “minerales de zonas de conflicto”: Por primera vez, ciertas empresas de la Unión deberán asumir legalmente la responsabilidad de sus cadenas de suministro de minerales y tomar medidas para prevenir que su comercio esté ligado a conflictos o abusos contra los derechos humanos.
Sin embargo, una serie de concesiones y de lagunas de última hora podrían debilitar el impacto del reglamento.
COMUNICADO DE PRENSA ÍNTEGRO
La Unión Europea (UE) ha dado esta semana un paso positivo, aunque tibio, para depurar el comercio con minerales de Europa. Los legisladores de la Unión concluyeron sus negociaciones en torno a una nueva ley sobre lo que se conoce como “minerales de zonas de conflicto”: un reglamento encaminado a garantizar que los minerales que entran en la UE no financian conflictos o violaciones de derechos humanos. Por primera vez, ciertas empresas de la Unión deberán asumir legalmente la responsabilidad de sus cadenas de suministro de minerales y tomar medidas para prevenir que su comercio esté ligado a conflictos o abusos contra los derechos humanos.
Sin embargo, una serie de concesiones y de lagunas de última hora podrían debilitar el impacto del reglamento, pues eximen de su cumplimiento a un gran número de empresas. Las organizaciones de la sociedad civil, incluidas Amnistía Internacional y Global Witness, piden hoy a la UE y a sus Estados miembros que demuestren que se toman en serio que estas exenciones no menoscaban los objetivos declarados del reglamento.
“Este reglamento es un bienvenido paso adelante”, afirmó Michael Gibb, de Global Witness. “Pero al mismo tiempo que la UE ha enviado una señal enérgica a un pequeño número de empresas, en última instancia ha confiado en que otras muchas seguirán autorregulándose. Ahora estas empresas tienen que demostrar que harán honor a esta confianza y la merecen, y esperamos que nuestros legisladores actúen en consecuencia en caso contrario.”
La UE es un destino importante de minerales, como mercado de materias primas y de productos de la vida diaria que los contienen, desde ordenadores portátiles y teléfonos móviles hasta motores, pasando por joyas.
El reglamento abarcará las importaciones de la UE de minerales de estaño, tungsteno, tantalio y oro procedentes de todos los países del mundo, y es la primera ley obligatoria de este tipo que tiene un alcance realmente global. Pero a pesar de que las normas globales sobre el comercio de minerales exigen que todas las empresas comprueben que sus cadenas de suministro no financian conflictos o violaciones de derechos humanos, las disposiciones preceptivas de la UE afectarán solamente una pequeña parte de la cadena de suministro. Contrariamente a la propuesta del Parlamento Europeo de mayo de 2015, más ambiciosa, el reglamento sólo se aplicará a las empresas que importen minerales en bruto, en forma de menas y metales. Las empresas que introduzcan esos mismos minerales en la UE dentro de partes o productos acabados no tendrán que rendir cuentas. En las negociaciones, los Estados miembros de la UE consiguieron también incluir a última hora una serie de umbrales para la importación que reducirá aún más el número de empresas que deben cumplir el reglamento.
“Estos umbrales de volúmenes, que eximen a las empresas de cumplir la legislación, son lagunas peligrosas”, declaró Nele Meyer, de Amnistía Internacional. “Podrían permitir la entrada en la UE de minerales por valor de millones de euros sin someterlos a ningún control, y a menudo son precisamente esos minerales los que más probabilidades tienen de estar vinculados a conflictos. Esta nueva ley sólo puede ser el primer paso adelante. Harán falta medidas adicionales para garantizar que todas las empresas deben comprobar y comprueban debidamente sus cadenas de suministro.”
Incluso se han ofrecido atajos a las empresas que deben cumplir el reglamento. La Comisión Europea ha accedido a reconocer a organismos privados de la industria a los que las empresas recurren cada vez más para externalizar sus obligaciones para que controlen sus cadenas de suministro. Los miembros de los organismos de la industria reconocidos se beneficiarán de una supervisión limitada. Además, se alentará a las empresas a que recurran a una lista de fundiciones y refinerías “responsables”, a pesar de que se están implantando pocos mecanismos para evaluar realmente el comportamiento de todas las fundiciones y refinerías de la lista.
El reglamento no entrará en vigor de inmediato, pues los legisladores han decidido introducir un largo periodo de introducción transitorio.
“Hablar de un periodo de introducción es una trampa. El reglamento refleja las responsabilidades que tienen las empresas desde hace ya muchos años, y éstas tienen todas las herramientas y la información que necesitan para cumplirlo. Ya se ha malgastado bastante tiempo buscando formas de ayudar a las empresas a eludir sus responsabilidades. Lo más importante ahora es asegurarse de que las asumen lo antes posible”, dijo Michael Reckordt, de PowerShift.
En sí mismo, este reglamento de comercio no puede traer paz y prosperidad a las comunidades asoladas por la maldición de los recursos. Por tanto, la sociedad civil ha expresado satisfacción por el enfoque integrado de la UE que trata de complementar el nuevo reglamento con medidas diplomáticas y de desarrollo.
“Concluir estas negociaciones es un paso importante, pese al limitado alcance de la nueva ley. Pero esto es sólo el principio del proceso, no el final. Ahora es cuando las empresas deben demostrar que se toman en serio el cumplimiento de sus responsabilidades; cuando los Estados miembros de la UE deben demostrar su compromiso con hacer cumplir las normas que se han establecido ahora, y cuando la UE debe hacer uso de todos sus recursos para promover la extracción responsable y sostenible de minerales en todo el mundo”, concluyó Frederic Triest, de EurAc.
ORGANIZACIONES FIRMANTES
Action Aid Alboan Amnesty International Association Internationale de Techniciens, Experts et Chercheurs Bread for the World CEEweb for Biodiversity Christliche Initiative Romero CIDSE Diakonia DKA Austria EurAc Fairtrade Luxembourg focsiv Fundacion Mainel Germanwatch Global Witness Instytut Globalnej Odpowiedzialnosci | Jesuit European Social Centre Jesuit Refugee Service Justice et Paix Commission Justicia y Paz – Comisión General Justicia I Pau London Mining Network Misereor Powershift PMU Progressio 75 REDES SCIAF Scottish Catholic International Aid Fund Solidaritat Castelldefels Kasando Somo Stop Mad Mining WEED e.V. – World Economy, Ecology & Development 11.11.11 |