¿Cuál es la posición de la juventud rusa frente a la guerra en Ucrania?

La Hora Azul Sociedad y juventud rusa en el año de la guerra con Egor Gorelov

Egor Gorelov ha sido nuestro invitado en La Hora Azul, el evento que organizamos desde Fundación Mainel junto a la agrupación Comunicadores por Europa, de la Fundación COSO. Su testimonio, el lunes, 27 de febrero, prácticamente ha coincidido con el aniversario de la invasión de Ucrania.

Jorge Mestre ha moderado su charla. En el currículum de este profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea de Valencia, cabe destacar que actualmente investiga la aplicación de la diplomacia, la construcción de la paz en el espacio post-soviético y las relaciones UE-Rusia. Así mismo, dirige el Centro de Estudios de Rusia y Eurasia en la Universidad Europea de Valencia. Además, tiene una conexión personal con la guerra que acaba de cumplir un año porque su mujer es ucraniana.

En España apoyamos a Ucrania, que es el país invadido, cuya población está sufriendo una sangría y su territorio una hecatombe. Pero, ¿qué pasa en Rusia? Aislada desde el inicio de la guerra y sometida a una estricta censura informativa interna, desconocemos cómo lo están viviendo las personas de a pie.

De acuerdo con el politólogo Abbas Galliámov, la sociedad rusa está dividida en cuanto al apoyo a Putin y, por extensión, a la guerra que ha iniciado. Un 27% serían apolíticos, apáticos e “inestables en sus simpatías”, mientras que un tercio (33%) se oponen a Putin en diversos grados, aunque solo una cuarta parte de ellos lo manifiesta abiertamente. Finalmente, un 40% de la población se manifiesta leal a Putin, también en distintos grados.

Un testimonio entre millones

El 24 de febrero de 2022, Egor Gorelov, protagonista de nuestra última Hora Azul, tenía 24 años. Hacía cuatro que había terminado sus estudios de Relaciones Internacionales. Después logró compaginar su máster en Comercio Internacional con su primer trabajo. Logró incorporarse a una gran empresa y allí gestionaba proyectos ilusionantes. Egor, como la mayoría de jóvenes de su edad, soñaba en grande… hasta aquella noche en la que recibió noticias de la invasión rusa de Ucrania.

Bruscamente, los sueños de Egor y de toda una generación saltaron en pedazos. “Son millones las personas a las que afecta la guerra”, recuerda. Y, desde luego, es mucho peor en Ucrania, donde las personas están “sometidas a continuos bombardeos y, todos los días, al borde de la muerte”, señala Egor.

En Rusia hay 140 millones de habitantes. Muchas de estas personas, como Egor, no fueron capaces de imaginar lo que está ocurriendo a estas alturas del siglo XXI y no quieren una guerra sino vivir en paz con sus vecinos. Nos ha narrado sus peripecias una vez se desató el conflicto, que le han acabado trayendo a Valencia, muy cerca de donde está afincada la familia de su esposa.

Cuando se produjo la anexión de Crimea, Egor tenía 16 años y estaba concentrado, como todos los jóvenes de su edad, en elegir los estudios que marcarían su trayectoria profesional. Entonces, no prestó mucha atención a las noticias y, desde luego, no imaginó que aquel sería solo un aviso de lo que vendría después.

Gorelov agradece a la ciudadanía española el trato que está recibiendo porque ha sentido en sus carnes la rusofobia en otros países limítrofes a Rusia. Él no ha provocado la guerra ni la quiere, sin embargo, muchas personas consideran a Rusia, y a toda su población en su conjunto, como agresora. En contacto con amigos en Ucrania, comparte con ellos el anhelo de que esta guerra acabe cuanto antes para retomar su vida en paz.