Nicaragua / Historias de superación

«Ahora he perdido el miedo y sé hacia dónde dirigirme»

Jessica Yahoska Ríos reside en el Municipio de San Marcos, en el departamento del Carazo (Nicaragua). Tiene 24 años y es madre de un niño de 4. En la foto es cuarta por la izquierda -con camiseta blanca- y posa sonriente junto a sus compañeras el día de su graduación en el Programa de Costura en el Centro Educativo Vega Baja. Además del diploma, Jessica obtuvo su propio plan de negocio en el curso de emprendimiento que realizó gracias al proyecto financiado por la Generalitat Valenciana y que llevaron a cabo sobre terreno ACOEN y ANDECU, entidades socias de Mainel.

Mientras aprendía en el programa de costura, Jessica empezó a realizar pequeños encargos de costura que, sumados a las clases prácticas en el centro, fueron mejorando los productos que elaboraba. A día de hoy, Jessica confecciona ropa desde su hogar y tiene gran demanda entre clientes de su comunidad. Afirma que en ocasiones le ha tocado rechazar trabajo, porque tiene demasiados encargos.

Este trabajo ha contribuido a mejorar sus ingresos y su calidad de vida; antes del curso de costura y emprendimiento hacía piñatas que vendía esporádicamente y ahora, gracias a sus nuevas habilidades, genera entre 1.200 y 2.000 córdobas mensuales*, a veces más.

«Los temas vistos en el Programa de Emprendimiento me ayudaron a perder el miedo y a saber hacia dónde dirigirme», afirma, ya que las capacitaciones le ayudaron a solicitar un préstamo en la micro financiera Pro Mujer, apoyándose en el Plan de Negocios que elaboró. Así pudo acceder a 7.000 córdobas para la compra de una máquina de coser eléctrica, pues la que tenía era de pedal, estaba bastante deteriorada y le hacia el trabajo más difícil.

«Gracias a la oportunidad que me brindaron aquí en Vega Baja estoy saliendo adelante; me siento feliz porque estoy haciendo lo que me gusta desde mi casa y así también aporto a los gastos y cuido mi hogar».

Un proyecto con grandes resultados

La crisis que comenzó en Nicaragua en abril de 2018 afectó al desarrollo de las actividades del final del proyecto. Pero aun con la difícil situación (que afectó gravemente a la seguridad ciudadana), afortunadamente, 64 mujeres se graduaron en el programa de emprendimiento, 10 mujeres en costura, 30 mujeres en cocina y se formaron 15 líderes facilitadoras.

Todas ellas recibieron el programa completo de formación, tienen su propio plan de negocio y han desarrollado habilidades para enfrentar esta crisis. Se les observa mayor seguridad al expresarse, han mejorado su autoestima, están motivadas y han aprendido a distribuir mejor su tiempo. En la mayoría hay potencial de liderazgo para la mejora en sus roles familiares, y tienen más interés por mejorar sus comunidades.

Nueve participantes del proyecto han accedido a créditos para impulsar sus negocios, y 23 se han sumado a la cooperativa COOPAD para cultivar y comercializar verduras básicas. De las 45 mujeres a las que se les está realizando un seguimiento, todas han incrementado sus ingresos.

Conversando con ellas se nota que esta crisis es un momento de espera que servirá para impulsar con nuevas herramientas sus negocios, empleando la creatividad y la actitud emprendedora que cada una de ellas posee. También demuestran interés por continuar mejorando sus capacidades, por lo que desde la Fundación Mainel les transmitimos nuestra enhorabuena, y prometemos seguir trabajando junto al Centro Vega Baja para que puedan convertirse en protagonistas de su propio desarrollo.

Puedes conocer todos los logros consultando el Informe de evaluación externa del proyecto.


*2.000 córdobas equivalen a 54 euros (aprox.). El salario mínimo en Nicaragua en el sector de la micro y pequeña industria es de 4.265,7 córdobas.